sábado, 30 de enero de 2010

Niños que el Cine nos Dejó (XVIII): Freddie Highmore



FREDDIE HIGHMORE
(1992)


Nació en: Londres, Inglaterra. Reino Unido.
Es recordado por las películas: Descubriendo el País de Nunca Jamás (2004), Charlie y la Fábrica de Chocolate (2005), Arthur y los Minimoys (2006), August Rush (2007), Las Crónicas de Spiderwick (2008).
Algo para Recordar: Alfred Thomas Highmore nació un 14 de febrero de 1992. Es hijo del actor británico Edward Highmore y de la agente artística Sue Latimer, que entre otros actores ha representado a Imelda Staunton y Daniel Radcliffe. El pequeño Freddie inició como extra en el cine de su país a los 7 años actuando en la película para televisión Walking in the Moon (Peter Kominsky, 1999), pero no corrió con suerte y sus escenas quedaron en el cuarto de edición. Mejor fortuna tuvo en su debut cinematográfico con la comedia Cosas de Mujeres (Women Talking Dirty, Coky Giedroyc, 1999), en la que ya recibió su primer crédito en pantalla como hijo de Helena Bonham Carter. Fue entonces que encontró mayor trabajo en t.v. y ahí intervino en los títulos de fantasía: Happy Birthay Shakespeare (Nick Hurran, 2000), Las Brumas de Avalón (The Mists of Avalon, Uli Edel, 2001), Jack y la Habichuela Gigante (Jack and the Beanstalk: The Real Story, Brian Henson, 2001), y I Saw You (David Nicholls, 2002), comedia romántica que ha significado su último trabajo en la pantalla chica. Como sus aspiraciones eran altas, se toma un año de descanso, se dedica a sus estudios, y vuelve a al cine hasta 2004 con tres películas que le significaron el aprecio de la crítica y darse a conocer en el resto del mundo: Dos Hermanos (Two Brothers, Jean-Jacques Annaud, 2004), entrañable película familiar con Guy Pearce en la que se cuenta la historia de dos tigres hermanos separados por el destino cuando eran cachorros y luego vueltos a reunir en la madurez, en una arena de combate; 5 Chicos & Esto (5 Children and It, John Stephenson, 2004), cinta de fantasía basada en el cuento de E. Nesbit sobre la amistad que establecen cinco hermanos con un divertido duende en una extraña playa junto al mar; y finalmente Descubriendo el País de Nunca Jamás (Finding Neverland, Marc Forster, 2004), que nos presenta la inspiración que tuvo J.M. Barrie (Johnny Depp) con la familia “Davies” (encabezada por Kate Winslet) para crear su inmortal obra “Peter Pan”. Los reconocimientos no tardaron en llegar y por su actuación como el niño “Davies” más uraño Freddie obtuvo los premios de Young Artist Awards, de Broadcast Film Critics Association Awards, y el de los círculos de críticos de Phoenix, las Vegas, y los Premios Imperiales del Reino Unido, entre muchas otras nominaciones. Que el propio Johnny Depp lo propusiera como el niño protagonista del remake de Charlie y la Fábrica de Chocolate (Charlie and the Chocolate Factory, Tim Burton, 2005), da muestra de la gran popularidad y talento que el pequeño Freddie había alcanzado, y en el filme compartió de nuevo créditos con Helena Bonham Carter como su madre cinematográfica. El niño de 13 años obtuvo entonces un segundo premio de los críticos de Phoenix y los de Broadcast Film Critics Association Awards. Posteriormente actuó en Un Buen Año (A Good Year, Ridley Scott, 2006), que protagonizaron Russell Crowe, Marion Cotillard y Albert Finney; y protagonizó Arthur y los Minimoys (Luc Besson, 2006), cinta de fantasía donde un chico tiene la intención de encontrar un tesoro perdido atrás de la casa de su abuela (Mia Farrow), y descubre debajo de la tierra un mundo habitado por criaturas diminutas, demasiado pequeñas para ser vistas, los “Minimoys”.

























Al año siguiente Freddie Highmore prestó su voz para el personaje animado de "Pantalaimon" en La Brújula Dorada (The Golden Compass, Chris Weitz, 2007), adaptación de la novela fantástica de Philip Pullman protagonizada por Nicole Kidman, Daniel Craig, Ian McKellen y Eva Green; y volvió como niño protagonista en Escucha tu Destino / El Triunfo de un Sueño (August Rush, Kirsten Sheridan, 2007), entrañable e infravalorada película con Jonathan Rhys Meyers, Keri Russell, Robin Williams y Terrence Howard, en la que interpreta a un chico huérfano del tipo “Oliver Twist” pero con gran oído para la música, que un buen día decide aventurarse a la ciudad de Chicago en busca de sus padres con la esperanza de que lo reconocerán cuando lo escuchen ejecutar algún instrumento en una presentación musical. Por su candorosa actuación obtuvo el premio Saturno de la Academia de Ciencia Ficción, Fantasía y Filmes de Horror, y fue nominado nuevamente a los Young Artist Awards y a los Broadcast Film Critics Association Awards. El pequeño actor tenía 15 años y se había convertido en un reemplazo actoral de Haley Joel Osment (el niño de El Sexto Sentido), con rasgos físicos algo parecidos y con gran talento interpretativo. Pero mientras Osment no pudo alargar su fama más allá de otras dos o tres películas, Freddie se había mantenido vigente en el gusto del público desde el 2004, además de que resultaba mucho más tierno que su compañero de profesión, y parecía ser que los filmes de fantasía le iban bien a su personalidad, por ello los productores lo metieron en otra cinta de este género llamada Las Crónicas de Spiderwick (Mark Waters, 2008), basada en los libros infantiles de Tony DiTerlizzi y Holly Black, por la que recibió una cuarta nominación al premio Saturno, y la sexta a los Young Artist Awards, y no era para menos, ya que en esta modesta pero efectiva cinta encarna el papel de dos hermanos gemelos con un carácter completamente opuesto.














Excelente estudiante también, puede decirse que Freddie es el actor infantil-adolescente favorito de la década, pues continua trabajando en cintas importantes y ha prestado su voz a personajes animados como el infante zorro “Jack” en la coproducción del Reino Unido y Hungría, Kis Vuk (György Gát, János Uzsák, 2008), y al superhéroe infantil Astro Boy (David Bowers, 2009), que retoma la famosa caricatura japonesa del niño robot con poderes increíbles creado por un científico brillante (voz de Nicolas Cage) que intenta recrear la imagen de su hijo muerto en un trágico accidente. Asimismo, ha vuelto a trabajar bajo las ordenes del director Luc Besson en la cinta de animación Arthur y la Venganza de Maltazard (Arthur et la Vengeance de Maltazard, 2009), producción francesa, continuación de Arthur y los Minimoys en la que prestan su voz estrellas americanas como Selena Gomez, Stacy Ferguson y Jimmy Fallon. Sin duda alguna, Freddie Highmore ha crecido artísticamente (mide 1.68) y mientras tanto sigue saboreando las mieles del éxito, pues sabe que tarde o temprano la luz de su estrella tendrá que extinguirse irremediablemente, y ha manifestado que no planea seguir en la actuación cuando se haga adulto. “Yo pienso que soy un poco más maduro que algunos chicos de mi edad porque paso más tiempo con los adultos, y no he dejado crecer mi cabello sobre mis ojos o algo así”, comenta el actor que llega a la mayoría de edad en febrero de este año. Por lo pronto, este 2010 nos traerá dos nuevas películas suyas: el remake de Master Harold… and the Boys (Lonny Price), producción sudafricana basada en una obra teatral junto a Ving Rhames, y Arthur et la Guerre des Deux Mondes (Luc Besson), tercera parte de aquella fábula de los Minimoys que tanto ha gustado a la audiencia infantil. No cabe duda, Freddie tiene hasta el momento una carrera que presumir, y como tal, las espectativas apuntan a que lo seguiremos viendo en la pantalla un rato más. Y como no muchos pueden darse ese lujo, se ha vuelto uno de los intérpretes ganadores del nuevo siglo que ha sabido transitar de estrella infantil a joven actor sobre las alas de ese incierto dulce pájaro de la juventud...









domingo, 24 de enero de 2010

Gloriosos 80's... (Parte VIII)





Carros de Fuego (Chariots of Fire, Hugh Hudson, 1981)


Basada en hechos reales, esta es la historia sobre dos jóvenes británicos que participaron en los Juegos Olímpicos de París en 1924: Harold Abrahams (Ben Cross) es un judío que corre en el atletismo por orgullo propio, sin importarle echar mano de un entrenador profesional (Ian Holm), una práctica tan contraria a los ideales deportivos de la acomodada sociedad inglesa. Eric Lidell (Ian Charleson) es un corredor escocés de familia evangelista que, aunque su hermana no esté de acuerdo, corre para honrar a Dios, y cuya fe y conciencia priman sobre el deseo de ganar. Ellos y otros de sus compañeros de universidad se encontrarán compitiendo en las VIII Olimpiadas, pero el destino querrá que Lidell tenga que competir con Abrahams un día domingo, día dedicado al Señor, y por consiguiente, su participación se ve amenazada ante los designios de su fe… Una bonita historia de superación personal, que despliega diferentes posturas en la búsqueda de la gloria. Un filme emotivo más que emocionante, lleno de proezas conseguidas con coraje gracias al talento innato y al dedicado entrenamiento profesional. Está claro que ha pasado a la historia del cine por su banda sonora a cargo de Vangelis, eso es más que indudable. Pero no solo de la música se sostiene este sencillo largometraje ganador de 4 premios Oscar: Mejor Película, Guión Original, Música y Vestuario.











Arturo, el Millonario Seductor / Arthur, el Soltero de Oro (Arthur, Steve Gordon, 1981)

Arthur Bach (Dudley Moore) es el millonario más encantador del mundo (¡!), un hombre verdaderamente rico aunque completamente ebrio la mayor parte del tiempo. Nunca ha buscado nada porque siempre lo ha tenido todo. Pero ahora su familia está dispuesta a negarle 750 millones de dólares de herencia, si Arthur no contrae matrimonio con su aburrida novia (Jill Eikenberry) de Long Island en menos de un mes. Su vida despreocupada se complicará aún más cuando conoce a Linda Marolla (Liza Minnelli), una camarera muy vital y con tendencias cleptómanas... Moore, el chaparrito feo y cómico de moda a comienzos de los 80’s, venía de haber hecho dos años antes 10, La Mujer Perfecta (Blake Edwards, 1979), y ahora por esta simpática comedia era nominado al Oscar como Mejor Actor. La cinta consiguió dos estatuillas: Mejor Actor Secundario (John Gielgud como el fiel mayordomo) y Mejor Canción ("Best That You Can Do", interpretada por Christopher Cross). El éxito de público daría lugar a una secuela tardía con la misma pareja protagonista: Arthur 2: On the Rocks (Bud Yorkin, 1988).













Furia de Titanes (Clash of the Titans, Desmond Davis, 1981)

Cuando el gobernador de Argos decide sacrificar a su hija y a su nieto Perseo, el dios Zeus (que es el padre del niño) decide salvarles y arrasar la ciudad. Perseo (Harry Hamlin) crece feliz en su nuevo hogar, hasta que la diosa Thetis (Maggie Smith), en venganza por cómo Zeus (Laurence Olivier) ha castigado a su hijo Calibos (Neil McCarthy) con una horrible deformidad, saca a Perseo de su hogar y le abandona a su suerte. Al conocer la noticia, Zeus ordena a otros dioses que ofrezcan algunos regalos mágicos a su hijo para protegerle. Así, Perseo, que ha conocido a un viejo actor de teatro, encuentra una mañana una prodigiosa espada, capaz de cortar la piedra, un casco que le hace invisible, o un escudo que le proteja de cualquier daño. Con ellos se dirige a la cercana ciudad de Joppa, sobre cuya princesa pesa una maldición… Adaptación cinematográfica de un clásico de la mitología griega, dirigida por un realizador televisivo, protagonizada por Harry Hamlin, un atractivo aunque limitado actor que arrasaría en la televisión de los años ochenta -en "La ley de los Ángeles" (1986-1991)-, y aderezada con un impresionante plantel de secundarios, principalmente actores británicos, algunos bastante entrados en años. Tanto en Estados Unidos como en Europa el filme obtuvo unas críticas bastante normales, pero todos coincidieron en que en cualquier caso Furia de Titanes merecía la pena verse para disfrutar de los artesanales efectos especiales del mago del stop-motion Ray Harryhausen, aunque vistos hoy día han envejecido sobremanera (ya eran viejos en 1981), sobre todo si se compara con que en los 70’s ya se habían estrenado cintas como La Guerra de las Galaxias (1977) y Alien (1979). Por otro lado el guión de un experto como Beverly Cross no es malo del todo, pero intenta abarcar demasiados personajes y no llega a dar consistencia a la trama pareciendo en ocasiones un mero catálogo de nombres y sucesiones de dioses del Olimpo. Habrá que ver que tal le va al remake dirigido por Louis Leterrier que se estrena este 2010 en 3D.











Su Otro Amor (Making Love, Arthur Hiller, 1982)

Un exitoso médico (Michael Ontkean), casado desde hace diez años con una atractiva productora de televisión (Kate Jackson de "Los Ángeles de Charlie"), comienza a darse cuenta de que sus sentimientos hacia su esposa y las mujeres en general no son precisamente los correctos. Ha descubierto su homosexualidad a la vez que ha conocido a un atractivo novelista, viril pero orgulloso de sus preferencias sexuales (Harry Hamlin, que venía de hacer Furia de Titanes). Ambos empiezan a frecuentarse, si bien en un principio eluden el tema de su condición gay, hasta que una noche el médico se decide a dar el “gran paso” y termina acostándose con el escritor. Sin embargo, mientras que el hombre casado intentará comenzar una relación estable con su nuevo prospecto, para el otro esa noche significó una conquista más y no está dispuesto a involucrarse sentimentalmente… Como obra cinematográfica, la película de Hiller es muy menor, casi un docudrama para televisión, aunque eso sí, hace una representación realista de la homosexualidad que hasta entonces el cine comercial no había tocado jamás. Los personajes masculinos fueron pensados para Michael Douglas, Harrison Ford o Richard Gere, pero ninguno de los tres se atrevió. El año de su estreno la cinta significó fue un escándalo, en Miami, por ejemplo, casi toda la sala se levantó y se fue en el momento del beso, uno de los besos gays más famosos y una escena de sexo bastante explícita, a la que no se aventuraron galardonados filmes como Filadelfia (Jonathan Demme, 1993) y Brokeback Mountain (Ange Lee, 2005).








Gandhi (Richard Attenborough, 1982)

Este drama biográfico narra la vida de Mahatma Gandhi (interpretado por Ben Kingsley), desde sus inicios como abogado en Suráfrica hasta convertirse en el famoso líder en la India. Tras defender los derechos de los ciudadanos de origen no europeo en Sudáfrica, decide que los hindúes se han convertido en ciudadanos de segunda clase en su propia tierra y consigue hacer sublevarse al pueblo hindú del régimen del Imperio Británico mediante la doctrina de la no-violencia... Heredero de la tradición de David Lean, Attenborough nos presenta un filme de impecable factura, sostenido en todo momento por una sobresaliente interpretación de Ben Kingsley, que aquí hacía su debut cinematográfico (que no actoral). El único problema es que quizá no termina de emocionar, los eventos se suceden pero rara vez conmueven. Sin embargo, tiene todos los elementos para ser motivo de interés por los cinéfilos. Además se hizo merecedora de 8 Oscares, incluyendo Mejor Película, Director, Actor y Guión Original. Aunque eso sí, los detractores de las biografías llevadas a la pantalla la encuentran aburrida y nunca perdonaron que Gandhi haya derrotado a E.T., El Extraterrestre (Steven Spielberg, 1982) en la carrera por el Oscar principal.










La Fuerza del Cariño (Terms of Endearment, James L. Brooks, 1983)

Aurora (Shirley MacLaine) y Emma (Debra Winger) son una madre y una hija unidas pero que llevan diferentes caminos. Aurora es una viuda de buen corazón, pero temperamental, y Emma es una joven rebelde, una chica que se va del hogar para ver cómo es vivir lejos de la persona que más detesta y ama. Por su parte, Aurora tendrá un romance otoñal con un ex-astronauta (Jack Nicholson). A través de los años, madre e hija buscarán diferentes razones para vivir, soportarse y encontrar la felicidad… Ganadora de 5 Oscares (Mejor Película, Director, Actriz –McLaine-, Actor Secundario -Nicholson- y Guión), esta comedia melodramática que, gracias a un brillante guión que evoca tanto lágrimas como sonrisas -todas muy calculadas pero efectivas-, consiguió un apabullante éxito de taquilla, crítica y público, dio además la pauta para una ya no tan afortunada secuela, La Fuerza del Cariño II: La Historia Continúa (The Evening Star, Robert Harling, 1996).







Starman, el Hombre de las Estrellas (Starman, John Carpenter, 1984)

Cuando derriban su nave espacial en Wisconsin, un ser del espacio exterior, Starman (Jeff Bridges), llega a la remota cabaña de una joven viuda, Jenny Hayden (Karen Allen), y allí toma la apariencia de su difunto marido. El extraterrestre convence a Jenny para que le lleve a Arizona, ya que si no llega a su nave nodriza antes de tres días, morirá. Al mismo tiempo, los agentes del gobierno quieren capturar al hombre de las estrellas, vivo o muerto... John Carpenter dirige esta irregular historia de ciencia-ficción que adapta a drama romántico el planteamiento de E.T., El Extraterrestre (Steven Spielberg, 1982), y con la cual salió de hacer cine de bajo presupuesto. La película resultó tener tal éxito en taquilla que incluso se prodigó posteriormente con una breve serie de televisión protagonizada por Robert Hays. Los elogios y hasta una nominación al Oscar como Mejor Actor se los llevó un correcto Jeff Bridges por su papel de extraterrestre con movimientos de robot.












Dos Bribones tras la Esmeralda Perdida / Tras el Corazón Verde (Romancing the Stone, Robert Zemeckis, 1984)

Joan Wilder (Kathleen Turner), una exitosa escritora neoyorquina de novelas románticas, pero de fracasada vida sentimental, debe viajar a Colombia (la cinta fue rodada en México) con un misterioso paquete para que su hermana sea liberada por unos traficantes de droga que la han secuestrado. Cuando llega al país sudamericano, alguien está a punto de asesinarla, y es salvada por Jack Colton (Michael Douglas), un aventurero buscavidas que se parece demasiado al héroe protagonista de sus novelas. Junto a él, empieza a embarcarse en una aventura mucho más excitante y peligrosa que la de sus propias creaciones… Zemeckis logra una gran cinta de aventuras con retazos de las de Indiana Jones pero eliminando acción y violencia y añadiendo romance y más humor. Douglas y Turner están sencillamente geniales y sin duda son lo mejor de la película. La química entre ambos es excelente y cuando la película toma el género de comedia romántica el listón sube aún más. Danny De Vito también hace hace su aparición, y junto a la pareja protagonista harían en los 80’s dos películas más basadas en esa encantadora guerra de los sexos: La Joya del Nilo (The Jewell of the Nile, Lewis Teague, 1985), continuación del filme de Zemeckis, y La Guerra de los Roses (The War of the Roses, Danny De Vito, 1989).










Chico Celestial (The Heavenly Kid, Cary Medoway, 1985)

En los años 60’s, Bobby Fantana (Lewis Smith) es un joven rebelde que muere al caer a un barranco con su automóvil mientras participaba en una carrera de coches. En la otra vida, y tras un viaje en metro, llega frente a unas escaleras automáticas donde hay una fila de personas. Estas personas suben por la escalera, que les lleva directamente al cielo. Cuando Bobby intenta subir, los guardias que vigilan la escalera se lo impiden. Rafferty (Richard Mulligan), un motero, le lleva a un atestado bar que es el purgatorio, y es donde las almas esperan mientras se decide si van al cielo o al infierno. Bobby es uno de los que deberían de ir al infierno. Sin embargo, si hace una buena obra, le perdonarán e irá al cielo. Pero aun se debe decidir que buena obra debe hacer, y Rafferty le ordena que espere hasta que se le encomiende una misión. Tras una larga espera de décadas, a Bobby le encomiendan que debe de proteger a Lenny (Jason Gedrick), un joven inseguro y tímido en los años 80. Una vez en la tierra, a Bobby no le agrada Lenny, pero si quiere ir al cielo, debe de protegerle y enseñarle… Entretenida comedia juvenil enmarcada en la fantasía más fresca y frívola, que tiene sus bases en cintas como El Cielo Puede Esperar (Heaven Can Wait, Warren Beatty, Back Henry, 1978) o Tal para Cual (Two of a Kind, John Herzfeld, 1983), con John Travolta y Olivia Newton-John. Es una película agradable de ver, con banda sonora de pop rock de claros sonidos ochentenos, dirigida a un público definido por lo que no hay que pedirle más.







Un Chico como Todos (Just One of the Guys, Lisa Gottlieb, 1985)

Terry (Joyce Hyser), una guapa jovencita de dieciocho años, está convencida de que su novio (Leigh McCloskey) y sus profesores no la toman en serio, por el mero hecho de ser una chica. El periódico local ha convocado un concurso de literatura y su profesor se niega a presentar el artículo de Terry, por la única razón de ser una mujer. Harta de ser discriminada, decide hacerse pasar por un chico y demostrar al mundo que el talento no tiene nada que ver con el sexo de las personas. Su adolescente y calenturiento hermano Buddy (Billy Jayne) le ayudará a llevar a cabo su plan, pero Terry no cuenta con la posibilidad de enamorarse de uno de los chicos (Clayton Rohner) ni de que algunas chicas comiencen a intersarse en él/ella... Entrañable comedia romántica -muy audaz en ciertos diálogos y situaciones- que retoma el tema del travestismo, y que sin duda sigue dando tela de donde cortar. Películas como Ella es el Chico (She’s the Man, Andy Fickman, 2006), con Amanda Bynes y Channing Tatum, así lo confirman.