domingo, 9 de mayo de 2010

Gloriosos 80's... (Parte XII)



Excalibur (John Boorman, 1981)

En los bosques que rodean el castillo de Tintagel, Uther Pendragon (Gabriel Byrne), tras una larga y cruenta guerra, le ruega al mago Merlín (Nicol Williamson) que le haga propicia la seducción de la novia de su nuevo aliado, el Duque de Cornwall. Merlín accede a sus deseos, pero con la condición de que el fruto de su lujuria sea para él. Esa misma noche, Arturo es concebido y, dieciocho años después, los nobles de un reino cuyo trono está vacío compiten para hacerse con el derecho de liberar la espada encantada, llamada Excalibur, de la piedra en la que fue incrustada al morir Uther… La leyenda artúrica tratada con exquisito celo en una maravillosa película mil veces imitada, pero nunca igualada. Además de unas excelentes interpretaciones (mucho talento británico), de un guión férreo, de una banda sonora bellísima y de un ritmo fabuloso, cuenta con una fotografía cuidadísima (nominada al Oscar) que predispone nuestros sentidos para lo que estamos viendo. La magia e impacto constante de la belleza de sus imágenes se compaginan con un desarrollo argumental carente de errores, lineal y muy clásico y que nos deja unos diálogos de una verosimilitud y fuerza cercana al mejor teatro. Excalibur es y será la mejor película sobre el mito artúrico que existe (si bien se ha tergiversado en algo esa leyenda), que además aporta una madurez al cine, impropia del momento en que se hizo, y sobre todo por el tema, en el que se suele caer en lo adolescente rápidamente, como ha pasado decenas de veces posteriormente. Actúan Nigel Terry, Liam Neeson, Helen Mirren, Nicholas Clay, Robert Addie, Cherie Lunghi, Paul Geoffrey.











Conan el Bárbaro (Conan the Barbarian, John Milius, 1982)

Un niño que habita en una aldea bárbara graba en su memoria los rostros de los guerreros que han exterminado a su familia, entregándole a él a unos mercaderes de esclavos. Años después, el joven se ha convertido en un forzudo y valiente guerrero que buscará venganza y luchará contra el mal que aqueja a su pueblo... Es innegable la popularidad que alcanzó “Conan” -segundo personaje que creó Robert E. Howard tras "Kull el Conquistador"- después de sus exitosas apariciones, tanto en forma de cómic para la revista Weird Tales, como en sus numerosas novelas. Efectivamente, las aventuras y desventuras de un guerrero que habitaba en un mundo inmediatamente posterior a la caída de la Atlántida, poblado por demonios, brujos, reyes, monstruos y demás criaturas fantásticas, originó un fenómeno de masas que ayudó a relanzar los relatos de fantasía , en un año, 1932, donde no olvidemos, fue escrito "El Hobbit" de J.R.R. Tolkien, Lovecraft compilaba "Los Mitos de Cthulhu" y C.S. Lewis escribía "The Pilgrim's Regress" caldo de cultivo para su posterior obra "Las Crónicas de Narnia". Por ello debemos considerar Conan como lo que es, uno de los pilares fundamentales para la épica y fantasía actual, tanto en su vertiente literaria como en la cinematográfica. La cinta dirigida por Milius (el guionista tres años antes de Apocalypse Now, de Coppola) se erige como una excelente adaptación de cómic que contiene reminiscencias a la filosofía de Nietzsche, y es que hay dos cosas que destacan especialmente en la película: el guión (John Milius y Oliver Stone) y la banda sonora (Basil Poledouris). La puesta en escena poderosa, sucia, nos lleva de la mano a la Cimmeria natal de Conan, donde somos testigos de su esclavización desde muy pequeño (Jorge Sanz, si alguien todavía no lo sabe, es el que lo interpreta de pequeño) y de su transformación en la edad adulta en una máquina de matar. Aún así, Conan demuestra destellos de bondad a lo largo de toda la película, que confirman su personalidad. En cuanto a las interpretaciones, la de Arnold es solvente (alcanzó la fama gracias a su recreación del personaje) y la de otros -como la de James Earl Jones en el papel del villano y la de Max von Sidow- memorable. Las batallas están muy bien coreografiadas, todos los personajes son carismáticos, la escenografía es espectacular (la película fue rodada íntegramente en España) y la fotografía sublime. La segunda parte fue Conan, el Destructor (Conan the Destroyer, Richard Fleischer, 1984), que siguió protagonizando Arnold, y tanto fue el éxito logrado que se realizó una serie animada del personaje trasmitida en televisión allá por 1992-1993. Actualmente se prepara una nueva adaptación de la historia de Conan el Bárbaro en una cinta dirigida por Marcus Nispel que planea estrenarse en 2011.












Depredador (Predator, John McTiernan, 1987)

Un comando de mercenarios (encabezado por Arnold Schwarzenegger) es contratado por la CIA para rescatar a unos pilotos apresados por las guerrillas en la selva Centroamericana. La misión resulta satisfactoria, pero durante su viaje de regreso se dan cuenta de que algo invisible está dándoles caza uno a uno. Ese algo resulta ser un cazador alienígena que viene por temporadas al planeta a cazar como deporte y se queda con las calaveras de sus víctimas como trofeos… A pesar de su presupuesto limitado, esta es una de mas mejores películas de acción de los 80’s, rodada en Panamá y capaz de reunir el talento de un McTiernan en plena forma y de un Arnold que llenaba salas de cine en todo el mundo. El filme es una especie de versión del Aliens (1986) de Cameron llevado a la jungla, donde un grupo de militares se introduce en la selva con el objetivo de llevar una misión de rescate, terminando por enfrentarse a una criatura de la que no saben nada (obra del maestro Stan Winston), todo ello acompañado por la memorable banda sonora de Alan Silvestri. Lo que empieza siendo una película de acción para mayor gloria de su protagonista, va convirtiéndose sucesivamente en una película de suspense para acabar siendo ciencia-ficción, donde el ritmo de la acción no decae jamás. Fue nominada a Mejores Efectos Visuales. Hay que destacar la presencia de Carl Wheaters y Bill Duke en el reparto, así como de la mexicana Elpidia Carrillo. La secuela dirigida por Stephen Hopkins llegaría en 1990 con Danny Glover encabezando el elenco.








Los Intocables / Los Intocables de Elliot Ness (The Untouchables, Brian De Palma, 1987)

Chicago años 30. Basada en hechos reales, narra la historia del idealista agente federal Eliot Ness (Kevin Costner) y su implacable persecución del gángster Al Capone (Robert De Niro), el famoso mafioso que asesinaba, extorsionaba y comerciaba ilegalmente con alcohol en plena ley seca, siempre a su antojo, sin que nadie encontrara el modo de detenerle… Es la adaptación a la gran pantalla de la famosa serie de televisión de los años sesenta, una puesta al día del cine del hampa que contó con un muy buen guión de David Mamet, con una dirección inspiradísima de Brian de Palma, una genial banda sonora de Ennio Morricone, una sólida producción y un reparto de lujo, destacando entre todos a un Sean Connery ganador del Oscar como Mejor Actor Secundario por su papel del incorruptible “Malone” y a Robert de Niro muy cómodo en su enésimo papel de gángster. La película contiene también referencias y homenajes a géneros de antaño como el western o el cine negro e incluso una revisión de la famosa escena de la escalinata de El Acorazado Potempkin (Sergei M. Eisenstein, 1925), a la altura de su antecedente.










Quisiera ser Grande (Big, Penny Marshall, 1988)

Josh Baskin (David Moscow) tiene trece años pero, cansado de que las chicas no le hagan caso y de que sus padres le traten como a un niño, desea ser mayor. Una noche encuentra en una feria una vieja máquina en la que, echando una moneda, puedes pedir un deseo. Como era de esperar, Josh pide ser mayor. A la mañana siguiente, el niño se verá inmerso en un cuerpo de adulto (Tom Hanks), aunque descubrirá los problemas que conlleva asumir todas esas responsabilidades sin ninguna experiencia previa… Película familiar altamente recomendable, divertida y a ratos emotiva. Escrita por Gary Ross y Anne Spielberg (hermana de Steven, quien en cierto momento quiso dirigirla), nominados al Oscar por Mejor Guión Original. La cinta cuenta con una más que genial interpretación de Tom Hanks en el papel protagonista (consiguió su primera nominación al Oscar pese a que aún no había sido descubierta su vena dramática); una preciosa Elizabeth Perkins, un odioso e hilarante John Heard y Robert Logia dando vida al generoso jefe de una juguetería.










Beetlejuice, el Superfantasma (Beetlejuice, Tim Burton, 1988)

En Winter River, una pequeña localidad de Conneticut, viven los Maitland, Barbara (Geena Davis) y Adam (Alec Baldwin), ambos propietarios de un negocio de aparatos eléctricos. Pero un buen día sufren un accidente y mueren, aunque quedan vagando como fantasmas por el lugar. Sin embargo su casa pronto es adquirida por una extravagante familia, formada por un especulador demasiado contemplativo con su mujer (Jeffrey Jones), su segunda mujer, una despótica pseudo artista de quinta fila (espléndida Catherine O'Hara), y su hijastra, una niña a la moda "dark" con visiones paranormales (fenomenal Wynona Ryder). Además del afeminado consejero de la madrastra, el orondo Ottho. Los Maitland contratan entonces los servicios del gamberro Bitlechús (Michael Keaton), un fantasma especialista en asustar mortales, para que ahuyente a los nuevos propietarios de su hogar… Segunda película del siempre estrafalario Tim Burton, inspirada descaradamente en la Divina Comedia de Dante. Es una historia original y muy entretenida en la que nos acercamos a la "otra vida". Lo mejor del filme, junto con los geniales escenarios y la ambientación, son los peculiares personajes protagonistas que, cada uno a su manera, "dan vida" y mucho dinamismo a este filme ganador del Oscar por Mejor Maquillaje. Tanto fue el éxito de esta cinta, que se realizó una serie animada que se transmitió por televisión entre 1989 y 1990, contando con un total de 94 episodios.











Azul Profundo / El Gran Azul (Le Grand Bleu, Luc Besson, 1988)

Preciosa historia es la que nos sirve Luc Besson en este gran filme, relatando la relación de amistad entre dos amigos de infancia, Jacques Mayol y Enzo Maiorca, el primero un muchacho humilde y honesto, que esconde en su interior turbadores sentimientos sobre un pasado desafortunado, y el segundo un tipo vanidoso y presuntuoso, pero que siempre guarda conmovedores gestos para sus amigos y personas más acérrimas. Sin embargo, y siendo personalidades tan distintas, ambos conservan un interés común, su pasión por el fondo marino y, más concretamente, por la especialidad deportiva de la apnea, que les une del mismo modo en que les separa, debido a que detrás de su entrañable amistad, también se esconde una adversidad enorme, descrita por el cineasta galo con gran trazo, salpicando la cinta de situaciones tan sugerentes como desalentadoras, donde es capaz de mostrar tanto lo mejor como lo peor que es capaz de ofrecer cualquier ser humano dependiendo de las condiciones en las que se encuentre. Así, la narración se halla repleta de momentos que muestran la naturaleza de nuestros dos protagonistas y la belleza del océano, siendo esta sumamente atrayente para el espectador… Uno de los mayores éxitos del cine francés, que consagró a nivel mundial a Luc Besson como uno de los directores más comerciales del cine galo, supuso la consagración de uno de los más grandes actores de Francia, Jean Reno, y lanzó a Rosanna Arquette en el cine internacional tras haber trabajado incluso con Martin Scorsese. La banda sonora (de Eric Serra) es también encomiable, y la duración del filme es quizás un poco extensa (casi 3 horas la versión extendida), aunque eso vale la pena. La cinta iba a ser originalmente un biopic sobre el submarinista Jacques Mayol y su rival pero a la vez amigo Enzo Maiorca. Ambos personajes son los que interpretan respectivamente Jean-Marc Barr y Jean Reno, pero al final la historia contada es totalmente ficticia (como curiosidad el propio Mayol colabora en el guión).











El Secreto del Abismo (The Abyss, James Cameron, 1989)

La tripulación civil de una instalación petrolífera es contratada por la marina norteamericana para conducir una operación de rescate de un submarino nuclear atrapado en el fondo del mar, en misteriosas circunstancias, al borde de una grieta abisal de varios kilómetros de profundidad. En el proceso, se encontrarán con que no están solos en el lecho marino, una presencia extraterrestre intenta hacer contacto con ellos… Estupenda aventura submarina que afianza aún más el talento de Cameron como creador de mundos fantásticos y agobiantes, como ya demostrara en Terminator (1984) y en Aliens (1986) . En su momento fue la “película más cara de la historia”, con lo que ya se ve que a Cameron le gusta romper sus propios récords. Ed Harris, Mary Elisabeth Mastrantonio y Michael Biehn encabezan el reducido reparto. La película dura más de dos horas, y por supuesto, hay una versión extendida en DVD. Sin dudas que la espectacularidad escénica de esta obra hace que aún hoy sea atractiva y no haya quedado obsoleta, sus efectos visuales ganaron el Oscar en 1990. En fin, una película brillante que nunca ha tenido el reconocimiento que se merece.










La Sirenita (The Little Mermaid, Ron Clements, John Musker, 1989)

Ariel, hija adolescente del rey Tritón, es la princesa de las sirenas, cuya mayor ilusión sería la de poder conocer el mundo de los humanos, puesto que su padre le tiene prohibido subir a la superficie a mirarlo aunque sea de lejos. Cuando una embarcación naufraga, Ariel salvará de morir ahogado al apuesto príncipe Eric, del que se enamorará perdidamente. La bruja Úrsula será la única que le puede conceder el deseo de cambiar sus aletas por piernas humanas y reencontrarse con su príncipe, pero a cambió ella deberá regalarle su hermosa voz… Gracias a La Sirenita la Compañía Disney retomó el concepto de película de animación cargada de números musicales (labor musical premiada ampliamente a sus creadores Alan Menken y Howard Ashman, 2 Oscar y 2 Globos de Oro a la Mejor Música y Mejor Canción por "Bajo del Mar"), se volvió a la animación tradicional y se crearon una infinidad de fondos marinos y efectos de agua (3/4 partes de la película transcurren bajo el mar), con los que se empezaron a realizar pruebas con la animación por ordenador. Ariel marcará el inicio de un nuevo concepto de heroína en la factoría: deja de ser princesa bella con un papel pasivo, a ser una mujer con ideales que toma las riendas de su propia vida asumiendo todas sus consecuencias, y ya no es que sea hermosa, sino que además es sexy (algo impensable décadas atrás). Por su parte, el cangrejo Sebastián pasará a ser uno de los personajes más queridos y recordados de todos los secundarios de la Disney, como ña bruja Úrsula, la mejor villana desde "Cruella De Vil", que además sabe ser carismática. Cabe decir que este fue el último filme de Disney coloreado a mano y que en los siguientes ya se usaron colores por ordenador. Está inspirado en el famoso cuento de Hans Christian Andersen, aunque se le modificó bastante su triste final.










Cuando Harry encontró a Sally / Cuando Harry conoció a Sally (When Harry Met Sally, Rob Reiner, 1989)

Estando en la universidad, Harry Burns (Billy Cristal) y Sally Albright (Meg Ryan) se conocen fortuitamente cuando ella se ofrece para llevarle en su coche en un viaje, entablando ambos una conversación sobre la amistad entre personas de diferente sexo. La charla acaba en discusión, pero entre ellos nace algo "especial". Así pasan los años, convertidos en un hombre y una mujer que se han pasado mucho tiempo intentando averiguar cómo seguir siendo amigos. Sin embargo, Harry tiene una firme creencia: que dos personas de sexo opuesto no pueden ser simplemente amigos; la relación siempre acaba en la cama o en el altar… La comedia americana de los ochenta tuvo aquí su mejor y más entrañable exponente (si bien no hace más que copiar Annie Hall -1977- de Woody Allen). Meg Ryan y Billy Cristal se embarcan en una relación que les llevará por diferentes etapas a través de los años en este encantador film sobre la amistad, la guerra de sexos y la vida misma. La química entre los dos protagonistas no ha sido superada por comedia conocida desde la fecha, y el famoso gag del orgasmo ni tan siquiera es lo mejor de un brillantísimo guión de una comedia considerada imprescindible.







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